jueves, 31 de mayo de 2012

Auguri

Auguri, Lirn, Mayo 2012. 
Les comparto una imagen que hice en un curso de Adobe Illustrator. De las que he hecho ha sido la que más me ha gustado. ¿Por qué una ballena? No sé. Empecé haciendo trazos que tomaron esa forma, tal vez inconscientemente fui inspirado por la película reseñada en la entrada anterior. Auguri en italiano significa: felicidades, pero también es una manera de desear suerte, como lo son las frases: In boca al lupo (en la boca del lobo) y In culo alla balena (en el culo de la ballena).

miércoles, 30 de mayo de 2012

Un mundo secreto en escala de grises.


Fotograma tomado de Un mundo secreto, de Gabriel Mariño, 2012.
Dentro del 32 Foro Internacional de la Cineteca se presentó Un mundo secreto, película que tuve la oportunidad de ver en el Centro Cultural Universitario de la UNAM. Una semana después acudí a ver Melancholia de Lars Von Trier. Ahí coincidí con un amigo, Praxedis Razo, cinéfilo de hueso colorado y colaborador en F.I.L.M.E Magazine. Me contó que la revista pretendía reseñar todas las películas del foro asignándoles un color. Cómo nadie había visto la película de Gabriel Mariño, Praxedis me invitó a hablar de ella en una reseña que se ajustara a la dinámica. Ahora presento el original de ese escrito. Aquí dejo el link para el sitio web de F.I.L.M.E:  http://www.filmemagazine.mx/ 

Un mundo secreto en escala de grises.

“Ma_ry yo sólo que_ría des_cir_te una cos_sita, que eres in_cre_íble”. María (Lucía Uribe) pronuncia tales palabras al ritmo monosilábico en que las escribe. Se dirige a la María de antaño, a su yo de la infancia, a la niña que considera fantástica y ahora se encuentra perdida en el torbellino de la juventud. La María de hoy se detesta, carece de respeto para sí. Es una mujer en crisis y confundida, pero con un objetivo muy claro: ver a las ballenas grises en Baja California. Gabriel Mariño nos relata el recorrido introspectivo de la joven en Un mundo secreto.

El guion es aparentemente sencillo. Una dieciochoñera incomprendida, incluso por ella misma, escapa de su irrelevante vida en una gris Ciudad de México. Emprende un viaje hacia el norte del país. En el camino conoce personas, comprende más de sí, el fin de su depresión se consuma cuando conoce a los cetáceos, en otras palabras, evoluciona como personaje en su éxodo; toda una road movie. La complejidad de la película radica en la forma de retratar la psique de la protagonista.

La joven es callada, retraída, inexpresiva. No tiene amigos, aunque suele tener relaciones sexuales con personajes intranscendentes, pero no parece disfrutarlo. Durante el coito destila frialdad. Se considera una puta y se recrimina este comportamiento. Su refugio es una libreta. Ahí  le escribe a la niña que alguna vez fue. Plasma sus anhelos, sus miedos, sus planes, sus defectos. Esas hojas de papel constituyen su mundo secreto.

 Su conducta obedece a un trauma causado por su madre. Ésta no aparece ni cinco minutos en pantalla, pero con eso basta para comprender el peso específico que tiene en la vida de María. Continuamente presiona a su hija. Fue ella  quien disparó el deseo por conocer a las ballenas. En un sueño, la muchacha se escondía de su progenitora en la boca de una ballena.

           La cinta se puede dividir en dos partes. En la primera, María deja la ciudad en vísperas de su graduación sin avisarle a nadie. Después mentirá. Avisará a su madre que está en un viaje por el fin de sus estudios, pero no sabe cuándo terminará. Persiste con su confundida manera de ser. Se abstrae del mundo y mantienen encuentros sexuales con desconocidos. La María cerrada.

 En la segunda conoce a un joven igual a ella, inclusive más retraído. Entablan amistad. Se cuentan sus secretos, sus pesares y dolores. Eventualmente copulan, pero hasta que existe confianza. María comparte, no sólo con el joven, sino con el público del filme, una parte de su ser. La María abierta. La mañana luego de intimar, la adolescente abandona el cuarto de hotel como le es costumbre, pero ya hay algo diferente… Está lista para ir con sus anhelados animales.

En una secuencia muy hermosa visualmente, la protagonista toma una lancha y se adentra al mar. Los ballenatos acuden a ella cuando los llama, cual cachorros corren con su dueño. María se ve feliz. La figura de la ballena deja de ser un peligro para el hombre, como lo fue para Jonás, para Pinocho, para Ismael. Ahora es un símbolo de refugio, de anhelo, de regocijo. María cambia, algo se aclaró en la escala de grises de su vida y vislumbra ilusión.

Mariño describe el espacio geográfico con tomas cerradas y poca profundidad de campo. No hay planos generales. Su intención es clara: atrapar y confundir al público con sus pequeños encuadres, para acompañar a María en su sentir. La cámara fija ayuda a que suceda la introspección. Los planos largos contribuyen a que los silencios hablen. Los personajes y el espectador tienen tiempo de reflexionar.

La escala de grises no sólo está en las ballenas grises. El gris es el DF. Ciudad pavimentada, ajetreada, donde la gente se pierde en lo cotidiano. En la que el individuo es gris; insignificante. Sus problemas lo atan a la mediocridad. La excelente actuación de Lucía Uribe devela la existencia gris de los jóvenes y su futuro que pinta gris. Gris es la confusión de esa juventud; la incertidumbre. Pero el gris también existe en tonos menos oscuros. En Un mundo secreto, cuando el gris se aclara permite entrever la esperanza.