jueves, 26 de abril de 2012

El blog de la tuna.

iTunas logo 2.0. Lirn, 2012
Como algunos de ustedes saben, estoy en un proyecto llamado iTunas, un espacio de creación audiovisual. Los integrantes de este proyecto hemos creado un blog colectivo titulado "El blog de la tuna". Allí podrán leer diversos contenidos de diferentes blogs y material e información exclusiva de iTunas. Si desean conocer más acerca del proyecto e, incluso, unirse a él, contáctenme a mí o los autores de "El blog de la tuna".

He aquí la liga a esta maravillosa explosión de ideas:

http://elblogdelatuna.blogspot.mx/

Improvisación dos: Te quiero, te odio, te amo.

El demagogo. José Clemente Orozco.

El trabajo siguiente es producto de la improvisación frente a una hoja de Word. Repito lo dicho en la publicación anterior: no es escritura automática, no es automatismo y, naturalmente, no es surrealismo. Es un escrito espontáneo, hecho en menos de tres minutos. Pero no por ello deja de tener significado. 

     Notarán que el título que le otorgo a esta publicación es "Improvisación dos". Preguntarán "¿Cuál fue la improvisación uno?". En la entrada "Ficción uno: Inspiración", publicada el 19 de marzo de 2012 dentro de este blog, acompañé el relato con una imagen. Se trata de un Photoshop (utilicé ese programa para crearlo) al más puro estilo suprematista. Abrí un nuevo proyecto y jugué con las herramientas del software. Nombré al resultado como "Improvisación uno", no porque fuera la primera improvisación que hacía, sino porque fue la primera en aparecer en "El ciego de tres ojos". 

       Sin más preámbulos, aquí está "Improvisación dos" o "Te quiero, te odio, te amo":   

Te quiero. Te odio. Te amo.
El pueblo es mi mandato.
Muy caro. Vulgar.
Te odio más. 

¿Hermano?
Te amo.
Luz en el altar.

Desprecio. Rencor. Muerte.
Metal que llueve.
Mi cabeza en su lugar.
Muy vulgar.
Mi tierra es cólera.

¿Hermano?
Te quiero.
Luz apóstrofe.  
Tu cabeza en mi lugar.

Obsesión. Angustia. Desdén.
No me importas.
Hazle como puedas.
No tengo hermanos. No tengo fe.

Hermano.
Te odio.
El poder al poder.
Espírito rojo. Muere de una vez.
Bastante vulgar.
Cuestión de interés.

miércoles, 25 de abril de 2012

Lo espontáneo y lo improviso

Meditación sobre una hoja de roble. André Masson, 1942.
André Breton, en el Manifiesto Surrealista,  define al movimiento como "automatismo psíquico puro", es decir, una manera en que el pensamiento se despoja del control ejercido por la razón para expresar el pensar puro; el inconsciente. El automatismo se convirtió en en uno de los métodos surrealistas, en el cual se abandona el control consciente para exponer lo que habita en lo profundo del psique. Se manifiesta aquello que generalmente se reprime. En sus obras había significado, pero no intención. 

     Lo improviso se manifiesta en el automatismo. Nada se prevé. Se da rienda a lo espontáneo. De esta forma, el mundo de los sueños, a veces rezagado por las normas morales, se presenta fresca y vertiginosamente. Pero ¿hasta qué punto se puede ser espontáneo e improviso? El artista debe decir cuándo realizar su obra, contemplar los materiales que usará, y afinar otro tipo de detalles. Por ejemplo, en la escritura automática el artista debe hacerse con una pedazo de papel y un lápiz, así como entrar en un estado mental apropiado, antes de escribir. Se hace una preparación consciente para crear algo inconsciente. 

     Existe un momento en el que todo arte es espontáneo e improviso: en su concepción. Toda idea se genera espontáneamente en la mente del artista, los elementos de su entorno pueden estimularlo en un instante, de improviso. La planeación se da después, cuando se dispone a desarrollar la obra (excepto en expresiones tales como el action painting, el automatismo del surrealismo y en otras modas artísticas más recientes como el happening , en éstas lo improviso surge en el momento del desarrollo del objeto artístico.). 

     Improvisaciones será una nuevo espacio en este blog en el que presentaré trabajos al más puro estilo del automatismo, es decir, improvisos en el momento de su desarrollo. No pretendo revelar mi inconsciente, ni mucho menos alcanzar los estándares surrealistas. Disfruto de abrir plataformas de software (procesadores de texto, editores de imágenes, video y audio, etc.) e improvisar. Sorprende el trabajo hecho con espontaneidad, en ocasiones se logra un aspecto más orgánico, e incluso superior, a la obra prevista con antelación. Pero mi objetivo no es demostrar la premisa anterior. El improvisar de esta manera resulta un divertimento muy agradable para mí; una eficaz forma de eliminar el estrés causado por la cotidianidad. 

     Como dije antes, lo improvisto y lo espontáneo se dan en toda expresión artística. Llega en forma de golpe, de arrebato. En la concepción es la luz que en un segundo ha iluminado el panorama. En el desarrollo es la exteriorización de las concepciones ocultas, inconscientes o propias del ser.